Harta de teñirme el pelo con tintes que lo estropean, decido probar la henna. Hace algún tiempo ya me habían hablado muy bien de ella, y recientemente Totanna lo volvió a hacer: estaba convencida.
En el herbolario venden un paquete por menos de 4 euros. Hay varios tonos, yo me decidí por mi color natural porque lo único que quiero es unificarlo y, de paso, tapar las primeras y no deseadas canas.
La chica del herbolario me contó las maravillas de la henna, quedé embelesada. Da fuerza, crece más sano y fuerte, da mucho brillo, no lo reseca ni estropea... ¿Qué puede tener de malo? Que como no estés bien preparada, la liarás parda.
Lo bueno es que si lo limpias rápido, no deja rastro...
El folleto informativo te explica detalladamente los utensilios necesarios para poder comenzar tu aventura.
La cuchara que me indicaba tener a mano, no me ha servido para nada. La mezcla me ha quedado llena de grumos. ¿Por qué no me ha pedido una varilla mezcladora?
El peine y el cepillo, no eran indispensables para untarte el cabello con la mezcla, ¿por qué tanta prisa de tenerlos antes de comenzar?
Te indica que te pongas la mezcla resultante masajeando las raíces con los dedos, pero lo que no te cuenta es que los guantes, talla XXXXXL (para la ropa no, pero para los guantes sí hacen tallas grandes) se te resbalarán hasta casi salirse por completo. ¿Por qué no se disculpan por no haber metido un bote aplicador, y te recomiendan que te compres un pincel para teñirte más cómodamente?
A mitad del "trabajo" me acordé de que guardaba unos guantes de látex de un antiguo tinte que no llegué a usar, así que me arriesgo y me quito los guantes de talla XXXXXL y busco rápida y veloz los de látex. Están, (¡menos mal que la semana pasada ordené el armario del baño!) así que la jugada me ha salido bien. Ahora es un poco menos estresante seguir untando raíces y puntas con la mezcla.
Y por si todo esto resulta poco, y parezco una quejica, os aseguro que no puedo expresar con palabras lo mal que olía la mezcla... Cuando me pongo cabeza abajo y comienzo a restregar, me veo rodeada por ese olor... a mierda. El color verdoso también combina con el olor. Genial, náuseas.
Cuando mezclas los polvos de henna con el agua debe quedarte una mezcla "uniforme y untuosa". Pues a mí ni la una ni la otra. ¿Uniforme? ¡No gracias a la cuchara! Untuosa... Si untuosa significa fácil de aplicar y deslizar y masajear... tampoco. Se pegaba al pelo como si no hubiera un mañana, me costaba extenderla, me daba tirones (¿era por los guantes de látex o por la maldita masa?).
Bueno, pensándolo bien, no ha sido para tanto. Después de 2 horas y media de espera, con gorrito y toalla requete enrollados para evitar posibles e imaginarios goteos, 20 minutos de sufrimiento por la posible coloración de mis uñas mientras me lavaba el pelo, me ha quedado un pelazo suave, suelto, brillante y sano, que ni la melena de Sara Carbonero en el anuncio de Pantenne.
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